El pasado miércoles 2 de agosto, la Federación de Funcionaries de Instituciones Públicas No Estatales (FFIPUNE) inició las negociaciones en el marco de la décima ronda del Consejo de Salarios.
Siguiendo las proyecciones económicas del propio gobierno, que anticipan un crecimiento del PBI del 11,88% para 2025 respecto al año 2019, además de un incremento del índice medio de salario real proyectado para el sector privado del 1,3% y 2,8% para el sector público en 2024 respecto a 2019, presentamos una propuesta coherente y alineada con las expectativas del país. Sin embargo, tras 15 días, la OPP simplemente respondió con un rotundo "No" carente de cualquier argumentación técnica, dejando claro que no había margen para salir fuera de la pauta salarial existente dada por este gobierno.
Negociar, por definición, implica tener un diálogo constructivo y un compromiso mutuo. Lamentablemente, sentimos que este proceso parece carecer de ambas cualidades, dejando a los trabajadores en una posición desfavorecida.
Siendo la OPP quién fija las pautas, y quién, a la misma vez, es la encargada de negociar, los trabajadores son sometidos, ronda tras ronda, a un sistema perverso con una contraparte con poca o ninguna apertura para negociar sobre temas tan fundamentales como el salario. Ampararse en "prudencia fiscal", claramente visualizando la destinación de recursos salariales para los trabajadores como un gasto y no como una inversión, no es una respuesta a la altura de las circunstancias.
Las instituciones paraestatales han sido pilares en la construcción y fortalecimiento de la identidad nacional. Sus trabajadores, con su dedicación, esfuerzo y compromiso, son el corazón de estos logros. Negarles un salario justo no solo es una injusticia, sino también una omisión del reconocimiento que merecen por su invaluable aporte. Proteger y recompensar adecuadamente a estos trabajadores no es solo una inversión en ellos, sino en el futuro y el crecimiento continuo de nuestras paraestatales y, por extensión, de todo Uruguay.
Los funcionarios de las paraestatales desde hace años vienen experimentado un impacto particularmente significativo en sus salarios. Es imperativo abordar esta cuestión con la urgencia que merece. Si este no es el momento oportuno para negociar, nos preguntamos, ¿cuándo lo será? Y si este no es el espacio para un diálogo genuino, ¿dónde deberíamos buscarlo?
Instamos a las autoridades pertinentes de la OPP a reconsiderar su postura y a comprometerse en un diálogo genuino y constructivo en beneficio de todos los actores involucrados. Es esencial tratar este asunto con la seriedad que merece, y confiamos en que se reconozca el valor e importancia de nuestros trabajadores. Invertir en ellos no es un gasto; es una inversión decidida por el futuro de nuestro país.
Secretariado Ejecutivo FFIPUNE - Comisión de Negociaciones FFIPUNE
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