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Sin voluntad de acuerdo no hay salida: la estrategia del Gobierno nos empuja a un escenario de mayor conflictividad

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    Le Agency
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura

A LA OPINIÓN PÚBLICA


La Federación de Funcionarios y Funcionarias de Instituciones Públicas No Estatales (FFIPUNE) denuncia el vaciamiento deliberado del proceso de negociación colectiva por parte de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).


Desde agosto hemos actuado con responsabilidad y buena fe, presentando propuestas económicamente viables, técnicamente fundamentadas y mostrando flexibilidad en cada instancia. Sin embargo, los avances han sido prácticamente nulos, debido a la escasa apertura de la OPP para negociar de manera real y efectiva.


Ahora, cuando el propio Poder Ejecutivo exige cerrar las mesas en diciembre, aparece una propuesta que ignora todos nuestros planteos sustanciales. Esto no es negociar: es dilatar hasta el último momento para imponer condiciones bajo presión de cierre. Durante meses, la OPP nos obligó a discutir nuestra carga horaria, un punto que jamás estuvo en las pautas públicas de esta ronda salarial, una maniobra distractora para consumir tiempo mientras el salario real se deterioraba. Detrás de esta táctica hay un cálculo político evidente: se considera que somos un sector prescindible, que puede ser desgastado sin costo. Se equivocan.


En esta misma ronda, con la misma OPP como contraparte, se han alcanzado acuerdos que incluyen recuperación salarial. Si hay recursos para algunos sectores y no para las instituciones públicas no estatales, el problema no es fiscal: es una decisión política. Este gobierno promueve públicamente la innovación, pero cuando llega el momento de sostener a las instituciones que garantizan salud, educación, vivienda, transferencia de tecnología, comercio exterior y desarrollo productivo, la respuesta es recorte presupuestal y degradación salarial. Esta contradicción no es casual: es una decisión deliberada de desfinanciar sectores que considera secundarios.


Las consecuencias de esta política no son abstractas. Cuando profesionales calificados abandonan estas instituciones porque sus salarios se han deteriorado sistemáticamente, ese daño no se repara fácilmente. Y lo paga el Uruguay entero.

Esta forma de negociación que propone la OPP no hace más que empujar a miles de trabajadores de las paraestatales hacia mayores niveles de conflictividad, un escenario evitable si existiera voluntad de diálogo real.


Por todo esto, exigimos que se analice seriamente nuestros planteos sustanciales, se presente una propuesta que reconozca la pérdida salarial acumulada y habilite una negociación responsable y con resultados aceptables.


FFIPUNE representa a instituciones estratégicas para el país. Defenderemos su fortalecimiento y los derechos de sus trabajadores y trabajadoras con todos los medios a nuestro alcance.

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